.
Traducción del francés de Zingonia Zingone
El viento aclara las cosas
Yo me quedaba parado así, en silencio
en la azotea de la casa
de mi abuela,
hecha de barro y piedras,
pintada con blanca cal,
y encaramada en la colina,
tratando de atrapar el viento
y el aroma que llevaba
y los movimientos oscuros
entre los árboles
acompañados del roce ligero
de sustancias invisibles
que sin embargo
me picaban los ojos
y el aire que allí se alojaba
Pequeñas plumas de amargón
revoloteaban
algunas se detenían
sobre mi cabeza
y escuchaba mi padre decir
que a Satanás le gusta perseguir
los filamentos sedosos y los manojos,
las espumas,
y las conchas
Y yo veía a Satanás
insinuarse subrepticiamente
en mi cabeza
y lo escuchaba reír
en las neuronas y las células
Y desde ahí,
un escalofrío de miedo infantil
me recorre cada vez
que veo en el aire a unas garcetas
o cuando las olas se rompen
y la espuma se balancea
de roca en roca
o cuando pongo, con prudencia,
mi oreja en una concha
y oigo resonar a las masas de aire
decir cosas secretas,
indescifrables y magnéticas
y me encuentro tirado lejos
en una tierra distante desconocida
Y mantengo entonces
con los elementos de la naturaleza
un vínculo siempre listo a desligarse
en otro vínculo
listo a desligarse
en otro más
al infinito
cuando lo sólido se vuelve líquido
y lo líquido se convierte en gaseoso
y lo gaseoso se vuelve un enigma
aterrador como un dios griego
que perfora la capa de ozono
y yo ahí me quedo
cuestionando lo que los hace
en mí
más cercanos a las pulsiones
escondidas en el fondo de mi noche, ahora
a las tres de la mañana
mientras que estoy acostado como siempre
en la cama
agobiado por la idea de la muerte
que podría llegar de repente
con le viento
entonces sonrío y me pregunto
cómo mi abuela
analfabeta
pudo saber que el viento podría traer vida
o muerte
y que el ángel Azrael
empezaba por subir hasta las rodillas
y descansaba
para luego subir hasta el ombligo
donde descansaba de nuevo
y sacaba el alma por la garganta
y yo siento la úvula que se infla
y se desliza sobre mi garganta
y ata mis cuerdas vocales
entonces me precipito hacia la cocina
para convencerme de que sigo vivo
y sonrío
al
expandir mi imaginación para ver
Azrael, con su tamaño majestuoso,
posar su mano sobre mi espalda, y decirme:
Cálmate un poco y disfruta
tu día
Mi abuela está muerta
Y ahora no puedo preguntarle
Por qué
siempre repetía
que la muerte y la vida llegan con el viento
Pero intuitivamente sé que debe ser cierto
El viento es como la vida y la muerte
No se ve a sí mismo
Se siente o no se siente
A veces acaricia o destruye
Y cuando se calmaba
Y la temperatura subía
Yo me quedaba parado, en silencio,
En la colina
Y miraba el espejismo en el valle
Cambiar el espacio en un estado confuso:
Líneas sedosas y mechones
Entre lo fluido, lo sólido y lo gaseoso
Y entonces digo que el viento tiene al menos
La ventaja de hacer
Más claras las cosas
Y la memoria
Las viste de un poco
De eternidad
Sebou
Es allí donde
mi hermano un día nadó dejando
sus prendas en la ribera
y cruzó la ciudad
en traje de baño
allí también
mi hermana se veía furtivamente con su amante
entre los grandes árboles
que apretaban sus codos
como tupiendo el secreto
Y yo me quedaba atrás
un poco lejos
las ramas golpeando mi rostro
el agua brillaba murmurando algo
Algo que desde el fondo remontaba
y cubría el aire de niebla blanquecina
y todo se hacía mudo
Y lo real era dejado, soltado
Cada árbol era un instante
que fragmentaba el escenario,
se hacía, se
deshacía
y volvía a componer el resto del espacio
El agua se doblaba
y trazaba un límite para mis ojos
Y cuando unos pájaros negros sobrevolaban la escena
en una danza sorda
como para explorar o avisar
mi hermana se precipitaba
me tomaba de la mano
me jalaba
Vámonos, vámonos, mi papá me va a matar.
Siempre pensé que el Sebou
era sólo una estrecha parcela
de agua sobria y dulce, que era
mi río,
pequeño,
conocido apenas
por unos pocos.
Substancia que fluye
y se reduce a imagen
de cuadro borroso.
Veinte años más tarde, la imagen ha oscilado
el agua desbordando e inundando
desde adentro de mis orillas de una memoria endeble
y supe:
614km
40 000 km cuadrados
ninguna elevación
Gaius Plinius Secundus, conocido como Plinio el Viejo,
en su Historia natural, volumen V, 1, 5
lo llama Subur,
los rifeños lo llaman Lieu de marécages
2
20 km al norte de la ciudad,
el Sebou cruza el río Inaouen
El bus paraba cerca de unos cubos de agua,
arriba de una cuesta, debajo de un puentecito medio-destruido,
donde se abrevaban vacas y mulas y burros y burras
Cuántas veces habré pasado por ahí
sin embargo la misma imagen intacta
inmutable
se vuelve a formar
Y más adelante, Oued Lben -
Rivière au lait caillé.
Desde el puente estrecho donde el bus va cruzando
lentamente
con prudencia,
el espacio se cava y el vacío se transforma
en miedo frío y abstracto
Ni fuente ni desembocadura
sólo un nombre lácteo en un zanja grande
de barro calcáreo
blanquecino y árido, siempre árido, secado
por no sé cuál hechizo o substancia extraña
pero es espejo de la luna llena
y mima el agua, ficticia
Estos son algunos nombres
del agua inefable en mi boca.
Autres poèmes
1
Entonces la lengua
besa la lengua,
y sus susurros
entrecortados
de ah, pequeños, y de gemidos imperceptibles,
devuelven a su origen
las palabras
cœur, qalb, cuore, corazón,
y todo toma una sola forma - geometría perfecta.
Las sábanas teñidas con manchas de sombra,
automóviles que pasan
detrás de la ventana
haciendo temblar la cama,
las caderas que se agitan,
los mechones negros que
vienen a estorbar los labios,
la luz que,
como un mantel de líquido trasparente, de una sola pieza,
se extiende sobre las manos,
las manos al alcance del sueño,
las palabras susurradas
son adelantos de torpes solicitudes
y, cautelosas, solamente rozan
la piel
en la abertura de los senos,
los senos que, diríamos, acaban de brotar,
y donde las pecas
parecen mariposas
listas para volar
y tratamos de forzar,
y tememos que al buscar con fuerza la armonía,
los dedos acaben rompiendo las cuerdas
y las notas aferrándose a las notas falsas,
sin interés.
Finalmente callamos.
Y la saliva,
es espuma
que se desborda en un secreto joven.
La noche entera,
está bajo el asedio
de un deseo vivo, y las palabras finalmente
se desnudan en una formula final o
en la promulgación de una verdad absoluta
y el viento
afeita las tristes excrecencias
de la vida cotidiana.
2
Las manos dibujan un movimiento largo –
a lo largo de una costa invisible
y el silencio revela su fragancia
fresca y sutil y cruel
y regresamos a nosotros mismos,
lentamente,
como si fuera la primera vez de nuevo
que regresamos a nosotros mismos,
como si tuviéramos miedo de despertar a alguien,
y es como llegar subrepticiamente
a una casa a la orilla del campo
y presentir la presencia de un perro,
detener el aliento,
ralentizar el paso,
dar la vuelta,
sentir el estremecimiento de los árboles.
Nos estremecemos.
3
Ardemos. Arde en nosotros. Arde todo,
las palabras rumiadas largamente, los recuerdos, las ideas.
Nos quedamos de pie frente a las cenizas.
No queda más que el recuerdo de los recuerdos,
las paredes que todavía arden, y
las frases, aumentadas por más frases,
solo para detener la falta,
detener
sus surcos,
y a veces
nace una sonrisa en los rincones de los labios
y los ojos,
y los ojos se convierten en una puerta abierta
hacia la interioridad,
que rebasa a todas las palabras,
y no mira más que de soslayo.
4
Sentados en la cafetería, las cosas de afuera
se borran. Casi.
Y quisiéramos
no vivir más que el roce y la siembra de puntitos
infinitamente pequeños en la colina
del cuerpo, y
sentir, sentir este ungüento tan singular
de algo nuevo
que nos parece desde siempre conocido
La boca se hace redonda en una palabra escasa
o demasiado esperada,
las manos sienten el vacío
cuando una imagen de la memoria se aferra
bruscamente a su pelo
El suave movimiento del cabello en el rostro,
los ojos entreabiertos
y el corazón que sube hasta los labios
temblorosos
y ella entonces dice algo,
ella dice Algo me impide tragar,
y la taza de café se vuelve pesada,
tan pesada que las sílabas que tardan
a ser palabras
Hacia dónde va todo esto, ella dice
Hacia dónde vamos en todo esto, digo yo
Hacia dónde va todo esto adentro de nosotros, ella dice
Nos revelamos
en la pequeña frase,
la misma que siempre vuelve,
donde las vocales y las consonantes giran
nosotros entramos, el busto doblado
bajo el peso de un no sé qué
o de un nada puedo, esto me supera;
y tiene la forma de un cono invertido.
Y luego remolino y hundimiento
y la respiración atascada, desatascada
Ella dice, Mantener,
mantenerse cerca de la realidad.
5
Y es como si para conocerme,
yo necesitara quitar algo
del fondo de mí mismo
y dejar que en su lugar nazca
una nueva forma de necesidad
en el límite entre el deseo y el no-deseo,
sin forma o inacabada,
allí donde cada noche se acumulan
los fragmentos del sueño.